Por:Reinaldo José Piñero del Moral
En los últimos años, en Venezuela se ha hecho frecuente
oír hablar sobre Responsabilidad Social de las empresas (RSE) y las
regulaciones de carácter gubernamental que existen en leyes orgánicas de la
nación, como lo es la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y
Medio Ambiente de Trabajo (LOPCYMAT)
Ahora bien ¿es este un tema de moda o corresponde
simplemente a la atención que el sector
empresarial brinda a una demanda obligatoria del estado? ¿Qué beneficios tiene
ser “socialmente responsable” además del
cumplimiento de una normativa?
Para responder a esta interrogante,
primero debemos entender qué es Responsabilidad Social Empresarial:
- Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la responsabilidad social de la empresa es el conjunto de acciones que toman en consideración las empresas, para que sus actividades tengan repercusiones positivas sobre la sociedad y que afirman los principios y valores por los que se rigen, tanto en sus propios métodos y procesos internos, como en su relación con los demás actores. La RSE es una iniciativa de carácter voluntario.
La última frase en la definición de la OIT sobre RSE, empieza
a despejar un tanto las incógnitas planteadas en principio, ya que claramente
se habla de iniciativa de carácter voluntario, entonces ¿por qué tomar esa
iniciativa?
En Venezuela, son numerosas las empresas que manejan el
concepto de RSE desde hace más de 30 años y se han conseguido evidencias de
hasta 50 años de historia. Fundación Bigott, Fundación Polar y Fundación
Smurfit, son claros ejemplos de ello. La primera, con un arraigo popular
importante, dada la promoción en distintos medios de comunicación y su
orientación hacia la exaltación de las tradiciones populares del país y la
última, más bien manejada con bajo perfil, pero con loables labores como la
Escuela Técnica que funciona en el Estado Portuguesa, dedicada a la educación
de niños y jóvenes de escasos recursos, mediante formación semi-interna de los
estudiantes.
Ante esta evidencia, responder el porqué del auge
mediático de la RSE, quizás esté realmente relacionado con la obligatoriedad,
pero a diferencia de lo que pudiera pensarse, nos referimos a la obligatoriedad
de difundir la información, ya que efectivamente, esto sirve como estrategia
necesaria de las empresas, para dar a conocer, más allá de las comunidades
cercanas a las inmediaciones físicas de la organización, las labores que de manera
responsable y voluntaria han decidido llevar a cabo.
Otro aspecto importante relacionado al tema mediático, es
el de los medios por sí mismos, por ejemplo, en Venezuela se cuenta con una
página web llamada www.rsevenezuela.com,
la cual está dedicada a brindar información relacionada a lo que el sector
empresarial está desarrollando como parte de su responsabilidad social. Los
medios televisivos regionales y algunos programas de canales privados de
televisión nacional, también han sido parte de este desarrollo.
Ahora bien ¿es beneficioso para una empresa ser
socialmente responsable?
En los meses pasados, cuando ocurrió una nueva tragedia
sobre asesinatos en un colegio de los
Estados Unidos, el maestro religioso judío Michael Berg, reflexionaba sobre lo acontecido
y todo el debate generado en torno a ese tema. Berg, finalmente dijo: “el problema más importante no ha sido discutido lo
suficiente. Ese problema es nuestra responsabilidad de los unos por los otros. En el núcleo de lo
que conocemos como religión o espiritualidad, está esta importante enseñanza: debemos aceptar la responsabilidad por
nosotros, por nuestras familias, por nuestros amigos, por nuestra comunidad y
por nuestro mundo. Si pensamos que somos religiosos pero no tenemos este
sentido de responsabilidad, entonces hemos perdido la enseñanza básica, a
partir de la cual vino nuestra religión”.
Más allá de lo dogmático, adoptar ese concepto de
responsabilidad, implica una actuación mucho más profunda que el solo hecho de
afirmar o creer que somos “responsables”. Ser responsable es llevar a un
sentido práctico, real y tangible un modo de vida orientado a apoyar a nuestro
prójimo, el verdadero significado de ser responsable es hacernos cargo de alguien
más, distinto de nosotros mismos; el verdadero valor de dar, pero no dar el
pez, sino los recursos y herramientas para enseñar a pescar, pero con la
humildad de aceptar que en algún momento, pudiéramos vernos obligados a dar el
pescado.
No es casualidad, sino causalidad, que los países con
mayor índice de desarrollo, los que lideran los indicadores mundiales de
calidad de vida y mejor sitio para vivir, entre otros; como son Suecia,
Dinamarca, Islandia, Noruega y Finlandia, son los mismos que cuentan con las
empresas con las mejores prácticas de Responsabilidad Social. Existen
herramientas estándar ISO (ISO-26000) que no certifican, pero brindan una guía
para desarrollar un sistema de RSE, orientadas además al desarrollo sustentable.
Adicionalmente, está la ISO-14000, dedicada a la Gestión Ambiental y cuya
implementación trae consecuencias positivas de ahorro y mejoras importantes
de procesos para las organizaciones.
Ejemplo: Dow Chemical y su ahorro de 26 millones de dólares, producto de la
disminución de sustancias tóxicas en su proceso productivo.
En nuestro país, millones de venezolanos se identifican
con la gestión de Empresas Polar y su constante impulso de valores,
dificultando cualquier acción que pudiera ser tomada en su contra, por
considerar que sería una acción contra la población misma o en las tierras de
Smurfit Kappa Cartón de Venezuela en el Estado Portuguesa, donde los
trabajadores y sus familiares, principalmente campesinos, encabezaron una
difícil lucha para evitar la expropiación definitiva del 100% de las tierras,
basado en la identificación plena con la organización, constituyendo claros
ejemplos de los beneficios “intangibles” generados por ser responsables con la
sociedad.
Al contribuir en la construcción, remodelación, adecuación
o simplemente fomentar el uso de una cancha deportiva, probablemente estemos
cambiando el arma que el día de mañana puede ser apuntada a uno de nuestros
hijos, por el bolígrafo que mañana mismo esté firmando un autógrafo a uno de
nuestros nietos o tal vez, yéndonos a un extremo menos dramático, estemos
ayudando a formar un individuo que como nosotros, esté interesado en ayudar a
lograr un mundo mejor.
En conclusión, ser socialmente responsable no es una
moda, es más bien una tendencia de toma de conciencia, impulsada por la
necesidad de desarrollarnos, entendiendo que necesitamos crecer en conjunto,
como una gran unidad, saber que somos parte de un mismo núcleo y que nuestras
necesidades no son ajenas a las del vecino y viceversa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario