jueves, 6 de junio de 2013

El Diseño Organizacional Define la Estructura de una Empresa

Por: Nuelma Martínez  CI  6.346.273.
Asignatura: Arquitectura de la organización.


Sin duda alguna,  los cambios vertiginosos que ocurren en la sociedad actual  representan para las organizaciones importantes desafíos para el logro de sus objetivos y metas que permitan tanto su  desarrollo así como  el  aumento de su productividad.  De allí, la importancia  del diseño organizacional para  la división de las tareas y trabajo y alcanzar una coordinación afectiva para atender las necesidades y  las actividades a realizar en cada una de las áreas de la empresa acorde  con los retos planteados tanto interna como externamente.

Como bien lo señala  Enrique Benjamín Franklin F. (1) el diseño organizacional define la estructura de una organización, factor de apoyo clave para la cadena de valor, lo cual permite saber que partes crean valor y que partes no.  El comportamiento de una organización es el resultado de su diseño y de los principios que subyacen en su operación.
No podemos obviar que vivimos en un mundo globalizado y altamente competitivo,  en el cual se generan avances tecnológicos con gran rapidez,  razón por la cual es esencial que las empresas cuenten con un  diseño organizacional acorde con su misión, visión,  a la obtención de objetivos, a la definición de las relaciones, a los aspectos más o menos estables de la organización,  que permita orientarla de una manera adecuada con su entorno, con sus propios procesos de crecimiento, así como el manejo correcto de las contingencias que pudieran presentarse.

Según expertos en el área, pueden concebirse las organizaciones como  un sistema, es decir como un todo,  en el cual las partes de la estructura están  interrelacionadas de tal manera, que un cambio en uno de los componentes afecta  a los demás elementos en las relaciones entre los mismos y en la conducta de la organización que, incluso,  pudiera llevarla al caos.  Pero hay que destacar que este sistema no es cerrado sino abierto porque las organizaciones necesariamente deben  interactuar con su entorno (ambiente) para salir adelante. No  pueden aislarse, sino que debe cambiar y adaptarse de manera continua. En tal sentido, la estructura de las empresas no permanece estática, sino que se ajusta y asume  diferentes formas de acuerdo al movimiento de su entorno y a las condiciones en que se desarrollan los negocios. Al respecto, las organizaciones  son afectadas  por  los procesos tecnológicos que  conducen  a la innovación, a cambios en los procesos productivos y en la gestión organizacional. Asimismo, se ven  influenciadas por  factores económicos como la inflación, el desempleo, tasas de interés, ciclos económicos e industriales, el producto interno bruto, la inversión extranjera. En el plano político legal podemos mencionar  el marco legal, gasto público,  reglamentación internacional, mientras que en el aspecto sociocultural debe tomarse en cuenta la demografía, cultura,  nivel socioeconómico, grupos de referencia y convivencia.  Igualmente,  en el área global tenemos el ambiente, la dimensión cultural y las relaciones de negociación. En cuanto a los clientes, no se pueden obviar sus intereses, naturaleza, ubicación,  poder adquisitivo, y costo del  cambio.  Otras variables a considerar por las empresas son; los competidores,  proveedores, reguladores (organismos, grupo de interés, inversión, infraestructura), socios estratégicos, y la fuerza laboral (oferta, demanda, filiación, sindicatos).  Por supuesto, que este orden de ideas  debe tomarse en cuenta  el tamaño de la organización,  si es una microempresa, una pequeña empresa, una mediana o gran empresa, las estrategias (sean de  nivel internacional, multinacional, global o  transnacional), de negocios, ingresos (exportación, licencia, franquicia, alianza estratégica, adquisición o fusión, o bien una re-integración). Es innegable,  que  al producirse cambios  en la estrategia también ocurrirán transformaciones en la estructura organizacional.

Es un hecho  cierto  que las organizaciones deben estar abiertas al cambio, a la continua revitalización de sus  fuentes de innovación y de la firme voluntad para asumir un liderazgo consciente de su  realidad y de su potencial.  Un ejemplo reciente, lo tenemos  con la entrada de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), lo que implica  cambios profundos en el diseño organizacional y la estructura de  empresas públicas y privadas para el logro  de ventajas competitivas sustentable en aquellas áreas que reflejan debilidades.  Por supuesto, que en tal sentido,  se considera que una estructura es eficaz si facilita el logro de los objetivos, en tanto que es eficiente  si permite  esa obtención con el mínimo costo o evitando consecuencias imprevistas para la organización.

Las organizaciones se caracterizan por tener un propósito, una finalidad específica, el globalismo o totalidad, es decir,  todas sus partes son interactuantes (tanto con factores internos como externos) y la falta de algún elemento, como dijimos anteriormente, sería caótico, y un objetivo, hacia donde se dirige la organización. Los departamentos de una empresa actúan como subsistemas interdependientes entre sí. Hay departamentos responsables de la adquisición de los suministros y materiales necesarios, en decir, que trabajan directamente con el ambiente exterior, por los cuales se les denomina enlaces sobre los límites, en tanto que hay  otros que fungen como puente como la mercadotecnia y el departamento de compras. El departamento de producción manufactura el producto y  los servicios de la organización. Fabrica productos de gran necesidad a los clientes; el de mantenimiento, es el responsable de mantener en buen estado a la organización. Se encarga de la limpieza, pintura, reparación, servicio de maquinaria. Las actividades de mantenimiento tratan de satisfacer las necesidades humanas. El departamento de adaptación  es responsable del cambio organizacional. Detecta problemas, oportunidades y avances tecnológicos en el ambiente. Es responsable de la creación de innovaciones y ayudar  a la organización a cambiar  y adaptarse como  por ejemplo, el Dpto. de Tecnología e Investigación de  Mercados. Por su parte, la administración se encarga de la dirección y coordinación de los demás subsistema de la organización. Proporciona dirección, estrategias, metas, políticas organizacionales, etc. Cualquier cambio que se implante en una empresa, sea cual sea su naturaleza, debe ser planificado, pero antes debe tomarse en cuenta el impacto en todo el sistema.

Las características internas de una organización pueden determinarse por sus dimensiones estructurales como la formalización (normas y procedimientos diseñados, así como los medios para asegurarse que éstos sean cumplidos), cantidad de  documentación de la organización, especialización, división del trabajo, jerarquía de autoridad, profesionalismo,  nivel jerárquico que toma decisiones;  o bien por sus dimensiones  contextuales por la forma en que divide su trabajo. en distintas tareas y los mecanismos a través de los cuales  consigue la coordinación entre ellos. Es evidente, que en la medida en que las empresas son más complejas y sus tareas resultan más complicadas, los sistemas de coordinación se transforman.

Cabe señalar que en las etapas del proceso de diseño organizacional  se habla del enfoque clásico, el cual tiene como principales contribuyentes a Max Weber, Frederick Taylor  y Henri Fayol, Plantean que las organizaciones más eficiente y eficaces tenían una estructura jerárquica,  con reglas para la toma de decisiones,  una cadena de mando clara,  la promoción de las personas con base a los méritos, capacidad y experiencia, rutinización de actividades y un clima organizacional impersonal y racional. Más tarde, en la década de los sesenta, Joan Woodward y sus colegas determinaron en sus estudios la influencia de la tecnología en la estructura organizacional, Cuanto más compleja es la tecnología (desde la producción unitaria a los procesos), mayor es la cantidad de gerentes y de niveles administrativos. Tiempo después Tom Burns y G.M Stalker aluden al enfoque ambienta y lo incorporan al diseño organizacional. Aluden a dos sistemas de organización: el mecanicista (las actividades de la empresa se descomponen en tareas especializadas, separadas. Los objetivos para cada persona y unidad son definidos con toda precisión, por gerentes de niveles más alto y siguiendo la cadena  de mando burocrático clásico),  y  el sistema orgánico (se caracteriza por el trabajo en grupos,  la comunicación abierta y la informalidad). Opinan que este último sistema es conveniente en los ambientes turbulentos, mientras que para uno estable, es más recomendable el mecanicista. Y si se trata de una organización en ambientes cambiantes, utilizarían combinaciones de los  dos sistemas.
Para concluir, podemos  indicar que  sea cual sea el diseño organizacional elegido por la empresa, lo más importante, según mi criterio, es que contribuya  a que las personas  se sientan motivadas a realizar su trabajo con eficiencia y eficacia, a ser creativas y a participar activamente  en la solución de los problemas, como integrante de una organización, donde todos y cada uno son importante para  alcanzar las metas, prosperar e innovar en un mundo cada vez más competitivo y exigente.

Fuentes consultadas:

  • Pág Web de Franklin F. Enrique Benjamí. El Diseño Organizacional: herramienta de estrategia
  • Blog. Diseño Organizacional
  •  Monografías.com

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